viernes, 7 de enero de 2011

Encuestas electorales y derrumbe…del capitalismo

Encuestas electorales y derrumbe…del capitalismo
Algunas personas me han expresado, estos días, su estupefacción y angustia ante las encuestas electorales. No comprenden cómo el electorado absuelve y hasta premia, entre otros, a Fabra, Camps o Aguirre, pese a su corrupción, opacidad, chulería y destrozo de los servicios públicos. Tampoco entienden el apoyo a Rajoy, elegido mediante el “dedazo” y que aún no ha revelado su programa real.
Sin embargo, yo sí lo entiendo. Y no hay que remontarse al decimonónico “vivan las caenas”… basta con pensar que CNN plus cerró sus puertas siendo sustituido por un “Gran Hermano” de 24 horas. En mi modesta opinión, engendros de este tipo deberían ser prohibidos por razones de salud y dignidad pública.

De cualquier modo, si los vaticinios se cumplen nos hallaremos ante un suicidio colectivo. Resultaría comprensible una abstención histórica. También un crecimiento de opciones antisistema a izquierda y derecha… pero apoyar una fuerza política como el PP solo puede resumirse con el castizo aserto: “¿No querías caldo, verdad?, ¡pues ahora toma tres tazas!”
Por otra parte, la situación actual difiere notablemente de la de 1996. Entonces el PP accedió al poder cuando ya comenzaba a remontarse la crisis. Aznar aprovechó ese viento en popa, vendió las joyas de la Corona y liberalizó el suelo, inflando hasta el esperpento la burbuja inmobiliaria que, en su estallido, ha sembrado de parados nuestro país, pero… ¿con qué bazas contaría Rajoy en 2012?

Su única mano consistirá en desmantelar el Estado del bienestar y aniquilar los derechos de los trabajadores, tanto públicos como privados. Pero estas medidas son como paliar un síndrome de abstinencia inyectando aún más droga. El “mercado” jamás va a saciarse y, una vez devoradas estas víctimas, reclamará más, y más, y más, y más…

Durante esta crisis espantosa, los restos del Estado, así como el peso de la familia, han evitado unas calles repletas de homeless, de insoportable convulsión social y delincuencia. Pero dudo que ambas instituciones puedan ya frenar la avalancha de pobreza, desigualdad y desesperanza que las políticas neoliberales van a seguir acarreando.

Y aún así, ¡la ciudadanía parece apoyar al PP, a los abanderados de estas medidas, a los mismos que alabaron el “milagro irlandés”! Es evidente que el PSOE, con la pistola en la nuca, ha tenido que aceptar las órdenes de “los mercados”. Pero es que el PP las adoptaría fervorosamente y de manera corregida y aumentada… ¿dónde han quedado el sentido común, la cultura, el equilibrio y la reflexión, en esta sociedad narcotizada por el fútbol, el Gran Hermano y los cotilleos de vomitivos famosotes con el tabique nasal destrozado?
Además, las condiciones precarias que seguirá provocando el capitalismo sin control elimentan el caldo de cultivo más fecundo para el fanatismo religioso de los Rouco, Tea party, tintorro party y demás manadas de chiflados perversos.

No obstante, esos tarados resultarían soportables en una sociedad próspera. Pero lo que parece avecinarse es un escenario donde se multiplicarán la pobreza y la desigualdad, un lugar sin apenas tiempo para el ocio y el consumo. De cualquier manera, el gran capital seguirá exigiendo.

Y me atrevo a pronosticar que el siguiente objetivo del capitalismo son las pensiones. Sí, las entidades financieras ya se relamen. Pero, algún día, una vez privatizadas, las pensiones de millones de hombres y mujeres desaparecerán en el agujero negro de operaciones financieras sin control.

Realmente, muchos piensan que nos hallamos ante la debacle de la socialdemocracia. Pero eso es una mirada demasiado miope. En mi opinión (y no soy el único) es que nos encontramos ante el canto del cisne del capitalismo, un sistema insostenible. De hecho, tal vez esta crisis haya sido uno de los últimos coletazos del monstruo.

Gustavo Vidal

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