domingo, 9 de agosto de 2009

EL RUBICON

Cuando las legiones romanas cruzaban el río Rubicón sin permiso del Senado quedaban proscritas para siempre, porque era un límite que no permitía retorno a la institucionalidad. El PP ha hecho de cruzar el Rubicón de la democracia una tradición que se inició cuando José María Aznar puso en peligro las instituciones del Estado para alcanzar el poder, se reedito con la teoría de la conspiración del 11-M y ha vuelto a aparecer con la pretensión de que estamos en un estado policiaco.

La cabra siempre tira al monte y el escorpión utiliza el aguijón sólo porque lo tiene: no necesita razones. En el PP ocurre algo parecido: una vez saltada la talanquera de poner en cuestión el estado de derecho, situando bajo sospecha a jueces, policías, fiscales al servicio de una supuesta trama tan truculenta como la del 11-M, es muy difícil rehabilitarse democráticamente y cuando las situaciones agobian, se recurre a un nuevo paso del Rubicón.El PP tiene una serie de gravísimos episodios de corrupción que están siendo investigados y sometidos al imperio de la ley. Y su reacción, en vez de limpiar las sentinas de su propia casa, es pretender que el estado de derecho es un vertedero de inmundicias al servicio de los inquilinos del poder.Y eso ocurre con la secretaria general del partido, la persona que encabezó en los días del Congreso de Valencia aires de renovación y de ocupación del centro político. Una vez más, el PP ha optado por la senda de la confrontación poniendo en peligro el prestigio de las instituciones y actuando como un autentico partido extraparlamentario.
FUENTE el Plural

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